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Pippi Calzaslargas, icono infantil y símbolo feminista, cumple 75 años
Traducida a más de un centenar de idiomas y con decenas de millones de copias vendidas, la obra de Astrid Lindgren representó una visión menos autoritaria de la educación y un anhelo de libertad
Pippi Calzaslargas (Pippi Långstrump en sueco, su idioma original), la niña más fuerte del mundo, el personaje ideado por la escritora Astrid Lindgren, cumple este fin de semana 75 años como icono infantil y símbolo feminista para varias generaciones.
El cumpleaños de Pippi recuerda el día en que fue publicado en Suecia el libro homónimo, el primero de una decena de obras de un personaje que adquirió fama mundial, gracias también a una serie de televisión y a varias películas.
La historia de la niña con poderes mágicos que vive sola en la granja Villa Villekulla con un caballo, un mono y un baúl lleno de monedas de oro, que no quiere crecer ni ir a la escuela, capaz de cuestionar la autoridad de los adultos, tuvo sin embargo un origen modesto y un nacimiento complicado.

Cuando su hija Karin enfermó de neumonía en 1941, Lindgren ideó el personaje a propuesta de la pequeña para entretenerla. Tantas historias le contó sobre ella que, finalmente, decidió llevarlas al papel y, tres años después, en su décimo cumpleaños, le entregó el manuscrito del libro.
Sin embargo, la obra no fue publicada hasta 1945, cuando ganó un premio convocado por una editora, después de que el principal grupo sueco hubiera rechazado el original.
Pippi Mediaslargas, como se la conoce en muchos países latinoamericanos, acabó haciéndose universal y traducida a más de un centenar de idiomas, con decenas de millones de copias vendidas, impulsada también por el éxito de la serie de televisión estrenada en 1969.
El carácter rebelde de esta niña pelirroja con trenzas que cocina crepes en el suelo y camina hacia atrás representó para muchos una visión menos autoritaria de la educación y un anhelo de libertad, vinculada al momento histórico en que fue escrita, la II Guerra Mundial.
Su condición de mujer independiente, indiferente a las convenciones fijadas para cada sexo, hizo de ella también un referente feminista para las niñas de la época y hasta la actualidad.

Pippi Calzaslargas, icono infantil y símbolo feminista, cumple 75 años
Traducida a más de un centenar de idiomas y con decenas de millones de copias vendidas, la obra de Astrid Lindgren representó una visión menos autoritaria de la educación y un anhelo de libertad

Cuando su hija Karin enfermó de neumonía en 1941, Lindgren ideó el personaje a propuesta de la pequeña para entretenerla. Tantas historias le contó sobre ella que, finalmente, decidió llevarlas al papel y, tres años después, en su décimo cumpleaños, le entregó el manuscrito del libro.
Sin embargo, la obra no fue publicada hasta 1945, cuando ganó un premio convocado por una editora, después de que el principal grupo sueco hubiera rechazado el original.
Pippi Mediaslargas, como se la conoce en muchos países latinoamericanos, acabó haciéndose universal y traducida a más de un centenar de idiomas, con decenas de millones de copias vendidas, impulsada también por el éxito de la serie de televisión estrenada en 1969.
El carácter rebelde de esta niña pelirroja con trenzas que cocina crepes en el suelo y camina hacia atrás representó para muchos una visión menos autoritaria de la educación y un anhelo de libertad, vinculada al momento histórico en que fue escrita, la II Guerra Mundial.
Su condición de mujer independiente, indiferente a las convenciones fijadas para cada sexo, hizo de ella también un referente feminista para las niñas de la época y hasta la actualidad